Lleida: Pau Torres, Bosch (68, Jorge), Fuster, Dani Fragoso, Ekhi, Baquero (46, Eugeni), Dídac Devesa (46, Chupe), Albistegui, Diego Sánchez, Miramón y Osado.

Atlético Baleares: Víctor, Damià, Artabe (74, Alomar), Mairata, Guasp, Esteban, Ripoll, Cristian, Chando, Fullana (76, Nando Ramón) y Carlos Rodríguez (82, Nacho).

Árbitro: Aitor Gorostegi Fernández-Ortega, del comité vasco. Enseñó amarillas a los locales Ekhi y Escribano y mostró tarjeta roja directa al portero Pau Torres. Por parte del Baleares, vieron la amarilla Biel Guasp y Víctor Ross.

Goles: 0-1, Ripoll (min. 19); 0-2, Chando (min. 37); 0-3, Fullana (min. 68).

Felicidad máxima en el Atlético Baleares. No todos los días se gana al líder y mucho menos se golea de esta manera, imponiéndose con solvencia a domicilio. La campanada de la jornada se vivió en el Camp d’Esports y la protagonizó el Baleares. La victoria no sólo suponen tres puntos, sino algo más importante: una inyección de moral importantísima para afrontar los siguientes compromisos con las máximas garantías.

Además, el balearico debe estar contento de cómo ha jugado el partido y de cómo se han marcado los goles. Las dos líneas de cuatro eran inquebrantables para los leridanos y, de hecho, Víctor Ross tuvo que intervenir pocas veces a lo largo del encuentro. Cristian y Artabe, bien asistidos en las bandas por Carlos y Fullana, no dejaban pasar ni una en el centro del campo. Así, los de la Terra Ferma disfrutaron de centros al área, córners, tiros lejanos y algún gol anulado por fuera de juego, pero nada que llegara a inquietar en exceso a Víctor. En cambio, los goles del Baleares fueron a base de contraataques, la especialidad marca de la casa. En el minuto 19 fue finalizado por Ripoll y el ’37 por Chando. Partido tras partido se ve como el equipo está más acoplado y ejecuta mejor lo que el cuerpo técnico espera de ellos.

En los primeros compases del segundo tiempo el Lleida salió con ganas de recortar distancias. Así, en el ’48 un potente disparo de Pau Bosch lo sacó un defensor blanquiazul con la cabeza. Sin embargo, el empuje inicial del Lleida se fue diluyendo con los minutos y quien dispuso de las mejores ocasiones en la segunda parte también fue el Baleares, sobre todo de la mano de Carlos Rodríguez. Primero con el uno contra uno que Pau Torres solventó muy bien (’57) y, finalmente, con la ocasión clara de gol en la que Torres no le quedó más remedio que cometer penalti. Se puso bajo palos Jorge Mediavilla, que debutaba como jugador del Lleida, pero no pudo impedir el gol de Fullana.

Con 10 puntos y los puestos de salvación a una sola victoria, lo que parecía un mar tormentosa ahora es una bandeja de plata. El Atlético Baleares, con la visita del Olot en Son Malferit, un equipo de nuestra liga, tiene la oportunidad de encadenar dos victorias consecutivas y comenzar así la recuperación para llevar a nuestro equipo a cotas más altas de la clasificación.