El Apunte: La cantera que viene
El primer paso ha sido llamar a las secciones inferiores, Fútbol Formativo, como el Barça. ¿Casualidad? Por supuesto que no. La gente que ha llegado al organigrama mallorquinista sabe y reconoce quién y qué fútbol base es el que está trabajando mejor. Evidentemente del FC Barcelona se ha adoptado principalmente el nombre, lo demás se ajusta a los recursos y las posibilidades de nuestro club. No hace falta recordar que Serra Ferrer pasó una etapa importante en la estructura técnica culé.
Tuve la suerte de pasar una semana siguiendo el día a día en Son Bibiloni de la mayoría de los equipos del club. Niños, jóvenes y no tan jóvenes. Pero lo que me llamó especialmente la atención fue la “reunión” que tuvimos con uno de los coordinadores. Nos explicó todos los detalles del nuevo proyecto que estaban instaurando. La mayoría de las cosas interesantísimas y decididas con muy buen criterio. Pero a mis oídos, una destacó por encima de las otras.
Carlos Bueno, ex-adjunto a la dirección del fútbol base del Barça, ahora en la escuela, un día explicó que se habían hecho estudios dentro del club de la situación familiar de los jugadores que llegaban al primer equipo o a Primera División y habían concluido que, la mayoría de jugadores que llegaban eran aquellos que contaban con su entorno familiar lo más cerca posible. Gracias a los recursos que tiene el club de la ciudad condal, habían establecido un procedimiento para traer a los familiares si se fichaban jóvenes perlas extranjeras. No sé hasta qué punto lo están llevando a cabo.
Siguiendo la misma línea y teniendo en cuenta nuestras posibilidades, el Real Mallorca tiene un plan fantástico para tratar de tener en cuenta estas condiciones. Éste pasa por tener controlados y tener derecho de preferencia por todos los jugadores de las islas baleares. Las palabras exactas fueron: “No podemos permitir que jugadores de las islas se vayan a Villarreal, Real Madrid, Barça, Valencia, etc.” Claro, esto a muchos les sonará a, voy a robarle los jugadores a nuestros clubes. Nada más lejos de la realidad.
El proyecto bermellón pasa por tener una relación excelente con todos y cada uno de los clubes baleares ofreciéndoles numerosas ayudas y colaboraciones. Ejemplos que me pudieron explicar; transferirles toda la metodología de trabajo de las categorías inferiores del club. Hacer conferencias con el objetivo de formar a sus entrenadores. Darles facilidades para que visiten tanto la ciudad deportiva, como el estadio. Y muchos más beneficios que se obtendrían de estos acuerdos. A cambio, los jugadores tentados por clubes peninsulares, saldrían antes en dirección a Son Bibiloni que a cualquier otro sitio. En mi opinión, nadie sale perdiendo, al contrario, todos salen ganando considerablemente.
Evidentemente, los resultados no se podrán ver hasta pasados bastantes años. De todas maneras, la frescura de este proyecto casa con la ambición del nuevo RCD Mallorca. Reducción de costes a largo plazo, confianza ciega en los niños y jóvenes de la Comunidad Autónoma, creciente apoyo social desde todas las comarcas y lugares de la provincia, etc. En conclusión y como se dijo desde el club: “¡Necesitamos una estructura que facilite la llegada de nuestros jugadores al primer equipo!”.
RCDM