Respiración asistida para el Bàsquet Mallorca
La suerte ya está echada para el Bàsquet Mallorca. La entidad de ‘es Raiguer’ sigue buscando un imposible: salir en competición. Y parece que ya da lo mismo si hacerlo en LEB Plata – algo económicamente inviable tal y como se están desarrollando los hechos – o en EBA, con unas condiciones mucho más asequibles en principio, aunque la realidad del Bàsquet Mallorca indica que ni con esas podría garantizar su salida en la última categoría que le quedaría del baloncesto nacional federado.
Las sucesivas prórrogas que ha ido pidiendo, y que ha contado con el beneplácito y necesidad a la vez de una Federación Española envuelta en el caos de una LEB Plata incompleta y sin equipos suficientes para montar un calendario de competiciones, no ha servido para nada. Ni a través de entidades bancarias, ni con participación privada – si es que la hay – ni tampoco con el apoyo más moral que real del propio alcalde de Inca, Rafael Torres.
De esta forma, el lacónico mensaje que a esta publicación digital transmite el presidente del club, Toni Ramis, deja bien a las claras que casi todo está virtualmente perdido ‘no hemos avanzado nada, estamos igual que hace una semana. Estamos en el mismo punto que lo habíamos dejado y la cosa no está nada clara’. Ramis no supo concretar si la Comisión Delegada de la FEB les había concedido otro match ball ‘supongo que sí, les hemos pedido unos días. Ellos nos han dicho que lo arreglemos cuando podamos … hasta ahora había otros equipos como el nuestro, que también tenían problemas … no sé hasta cuando tenemos tiempo. Supongo que será hasta principios de la semana que viene …’.
►Directiva dividida
Llegados a este punto, la división en la Junta Directiva del club es clara. Hay dos bandos. Por un lado, los que creen – son los menos – que al club le corresponde jugar en LEB Plata. Los demás piensan que solo queda optar a una EBA mucho más asequible y con más margen de maniobra para confeccionar un plantel con unos mínimos … siempre y cuando se pueda presentar con tiempo – si es que queda – y dinero los correspondientes avales, cuotas de inscripción, etc. En definitiva, una tragicomedia que huele cada vez peor y en la que veinticinco años de historia del baloncesto balear se pueden ir al sumidero por la incapacidad de unos cuantos.
Texto y foto: www.basquetbalear.com (Fotoprens) / archivo